Gran Vía (IV)

 Fernando Beltrán
Paredes, tapias y enormes
prohibido fijar carteles,
aunque el anuncio es inútil
y hasta comete el agravio
de desmentirse a sí mismo, surge
el anzuelo ideal para animar los muros
de una tarde que es ya noche cerrada
y voces de color llamándote hacia el jazz
de compartir las sombras
a espaldas de Gran Vía,
paredes, vallas, paraísos
de brocha gorda, salones
de belleza que peinan permanentes
los años ya imposibles, viajes
que siempre hablan de tierras
extrañas cuando existen
aviones al costado con las alas rotas
y buques que naufragan sus propias aguas dulces,
cataratas de manos que se estrellan
sin un cielo de piel donde alumbrar caricias,
pirámides que esconden su tesoro
y ojos como hoteles
buscando compartir
la doble habitaión de hacerse
abrazo o compañía, academias
que revalidan en nada
o en mesas de trabajo
que luego jamás gustan,
mesías de barbas blancas
y sectas que mendigan
la sed del que extravió
al dios de sus mayores
y atisba ahora en cualquier
señal su sustituto, cargas
que se venden al peso
y sótanos que vendan
su ceguera con música,
miramos la ciudad sin darnos cuenta
que la ciudad nos mira y nos imita,
niños que cruzan con carpetas
y pegatinas mudas, ciegos
que te cantan las once campanadas
de celebrar un año nuevo cada anoche
que pasa y no es el día, tiendas
una al precio de dos
vaqueros más baratos
y menús con resacas
y postres que te incluyen, guarda
cada silencio un discurso,
cada portal la escalera
asegurada de incendios
y un portero automático que dicta
sentencias desde arriba, plata
y oro de ley la compraventa
de todo lo que existe, grúas
que son como lechuzas de hierro haciendo noche
sobre el solar sin sol de este edificio, chicas
de apenas quince años que me piden
dinero para el mal trago del metro,
aunque todos sabemos que no es cierto
y me alargan a cambio
el spot con saliva
de su litrona rubia, sube
el frío desde Princesa
y una tibia bufanda cuando escupo
los gases y una dama
que pasa me desprecia
con sus gafas de aumento
por saberme tan sucio
Fernando Beltrán
Gran Vía

Privatopia

Def.: "A verbal contraction of “private utopia” referring to a planned walled-in or gated community of private homes, especially one in which a homeowner association establishes and enforces rules pertaining to such aspects as property appearance and resident behavior.Such associations, when formed in the absence of an official municipality, may also maintain and operate their own basic infrastructure, including water, sewer, trash, and fire department."
Littleton, Colorado. 

Dicho de otro modo:  comunidades donde los residentes están obligados a obedecer las condiciones y restricciones (CRs) de la asociación que posee las viviendas. Estas asociaciones muchas veces proveen servicios que habitualmente eran públicos, como la policía, el servicio de bomberos o la recogida de basuras. Las CRs regulan el color de las viviendas, el paisajismo o los derechos de tenencia. Muchas están totalmente separadas del exterior por barreras y para entrar es obligatorio pasar por arcos de seguridad. Las privatopias acogen ciudadanos temerosos de la inseguridad de las ciudades, o comunidades que quieren verse rodeadas de gente de su mismo estatus (en inglés: PLus (People Like us).

Más:
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