Y el azul de repente

María M. Bautista

En estos días de julio recuerdo la Avenida de la Libertad y el sol tan alto. Un mediodía en una playa de Kelibia, donde tenía lleno de sal el pelo. Los campos de cultivo y el ocaso al final de una carretera. Una noche en Mahdía en la que nuestros ojos eran luciérnagas y apenas se distinguían el zumbido del mar y los mosquitos.
La subida a Gammarth y el azul de repente.

María M. Bautista

Ciudades, rostros

Jorge Riechmann
Las ciudades son rostros de mujer.
Si una ciudad existe, es un rostro de mujer.
Jorge Riechmann
Muro con inscripciones