Joseph Conrad
De niño me apasionaban los mapas. Me pasaba las horas muertas contemplando Sudamérica, África o Australia, soñando con la gloria de la exploración. Por aquel entonces había en los atlas numerosos espacios en blanco, y cuando mi atención recaía en alguno que me parecía singularmente evocador (sólo que no había ninguno que no me lo pareciera), clavaba el dedo en él y decía: «Cuando sea mayor iré ahí».
Joseph Conrad
El corazón de las tienieblas
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