Golfo de Corinto

Eduardo Galeano
     En algún lugar del golfo de Corinto, una mujer contempla, a la luz del fuego, el perfil de su amante dormido.
     En la pared, se refleja la penumbra.
     El amante, que yace a su lado, se irá. Al amanecerr se irá a la guerra, se irá a la muerte. Y también la sombra, su compañera de viaje, se irá con él y con él morirá.
     Es noche todavía. La mujer recoge un tizón entre las brasas y dibuja, en la pared, el contorno de la sombra.
     Esos trazos no se irán.
     No la abrazarán, y ella lo sabe. Pero no se irán.
Eduardo Galeano
Espejos

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosa fábula. ¡Me encanta! Está ahora muy presente porque fundamenta parte de la exposición "La Sombra" compartida entre el Thyssen Y Caja Madrid.
Merece la pena.