En Amsterdam el sol se parece a un ahogado

Fernando Valverde
Hay un silencio sordo en Nieuwe Kerk.

Un funeral de viento y avenidas
sin campanas, ni lluvia, ni cadáver.

Nadie sabe su nombre a pesar del tumulto.

Las prostitutas lloran sin calcular el tiempo,
los hombres de negocios se detienen y saben
la longitud del día,
los náufragos se quitan el sombrero,
saludan a las damas que muestran sus collares
de perlas y conchas.

Hoy el mar se ha callado por detrás de los diques.

Los puentes son inútiles a pesar del olor
que dejan los canales en los cuerpos.

Hoy todo se parece a un magnicidio.

Alguien dice mi nombre en Nieuwe Kerk.

Fernando Valverde

Razones para huir de una ciudad con frío

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